miércoles, 2 de diciembre de 2009

ESPECIE DE ABUELA. Maruja Torres

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ESPECIE DE ABUELA. Maruja Torres

http://www.elpais.com/articulo/portada/Especie/abuela/elpepusoceps/20091025elpepspor_1/Tes

La vida tiene cosas muy extrañas, y las vidas nuevas, más. Ginkie es la mujer filipina que trabaja para mí en Beirut. Es más que una criada. Me ha acompañado al hospital cuando ha sido necesario, nos hemos reído juntas –habla un inglés mucho mejor que el mío y tiene una letra preciosa– y me ha comprendido cuando me ha visto llorando porque compañeros míos de siempre y en plenas facultades han tenido que prejubilarse. Lleva mi propio envejecimiento con tierna preocupación y se alegra cada vez que supero un escollo. Es humana.

“Había esperado a decírmelo porque tenía miedo de que no me gustara la noticia”

Yo, antes –antes de lo que les estoy contando– tenía la costumbre de despedirla los viernes de esta guisa: “Be happy and don’t get pregnant!”. Añadía que yo tampoco me quedaría embarazada ese fin de semana. Era una broma, pero ella se lo tomaba en serio. Al menos su parte, como averigüé hace poco.

Últimamente la había visto engordar, pero, discreta, no le decía nada. Es bajita y de constitución robusta, pero muy atractiva, con su esplendorosa sonrisa y su melena negra y lisa, espesa, que le llega hasta la cintura. Tenía que haber adivinado que había un hombre fijo. Pero, como norma, no me meto nunca en los asuntos privados de quien trabaja para mí, salvo que me lo pida. Ginkie no es que me lo pidiera. Lo suyo fue clamoroso. Un cante, vamos.

Hace un par de meses le abrí la puerta –tiene llave, pero esa mañana se le atascó–, y lo primero que vi fue una enorme barriga cubierta por una camiseta como la de Obélix. “¡Coño, Ginkie! ¡Estás embarazada!”. Menos mal que mi primer impulso fue abrazarla y darle la enhorabuena en árabe: “Mabruk!”, que es una palabra que me encanta porque me recuerda aquella peli antigua, Un taxi para Tobruk, que transcurría en el norte de África durante la Segunda Guerra Mundial. Es lo bueno de ser mayor, te entretienes mucho con las asociaciones.

Ginkie me confesó que había esperado a decírmelo porque tenía miedo de que no me gustara la noticia. Me eché a reír, mira que eres tonta, etcétera. Lo más desconcertante fue otra parte de su confesión: que ella misma había comprendido que estaba encinta a los cuatro o cinco meses –de hecho, se hallaba más adelantada, como se confirmó cuando rompió aguas–, porque hasta ese momento creía que ella era estéril, y “su marido”, también.

Un momento. ¿Marido? “Sí, es musulmán, un trabajador egipcio. Hace cinco años que vivimos juntos, nos ha casado el sheik [autoridad religiosa], aunque el matrimonio no es válido oficialmente”. Se me encogió el estómago. ¿Es bueno contigo? “Muy bueno, muy bueno. Y para una mujer como yo resulta difícil vivir sola”. Tiene razón. Cuántas filipinas no son víctimas de un chulo libanés que las obliga a prostituirse. En el servicio doméstico no son las peor paradas –hay un gran reportaje a hacer sobre la práctica esclavitud de las inmigrantes en Líbano; pero como no se trata de atentados ni de escabechinas guerreras, a nadie le importa–, porque son las que llegaron antes y han espabilado, a causa de muchos sufrimientos. Buscan y prefieren europeos para trabajar. Aunque hay excepciones –es increíble lo fácilmente que se adaptan muchos a la perversidad local–, en general somos justos con ellas.

Ginkie, fuerte como un toro, trabajó en mi casa, con la ayuda de su sobrina Joy, un suspirillo de chica, hasta que un mediodía se sentó en la cocina y dijo: “Uf, creo que estoy cansada”. Parió día y medio después.

Es una niña y se llama Yara. Le pregunté a Ginkie por el significado del nombre y manifestó ignorarlo, pero una amiga de Facebook me ha informado de que quiere decir “la señora” y es de origen tupí.

Ahora mismo, Yara duerme como una señora en mi cama. Su madre la ha colocado en el centro, rodeada de cojines, y entretanto trabaja como siempre aunque a ritmo lento. Está muy feliz. A mí, esa diminuta presencia de ojos achinados y rostro sonriente como el de su madre –los dedos de manos y pies, alargados; será alta como su padre, dice ella– me produce una extraordinaria placidez. Parece como si irradiara paz desde su dormitorio. No sabe nada, no conoce nada. Se limita a sentir. Es ajena a la maldad de este mundo, también a su bondad. Si tengo algo de tiempo por delante y este país no se tuerce demasiado, la veré crecer.

14 comentarios:

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  2. Título: La vida de una buena criada.
    Tema: La criada de la casa es como una hija para la protagonista y cuando se entera de que esta embarazada en vez de rechazarla le apoya y es como una abuela para su hija.
    Resumen: El texto trata sobre una señora que tiene una criada en su casa llamada Ginkie y para ella es como una compañera porque la cuida y le acompaña en los malos y buenos momentos. Ginkie se quedó embarazada y tenía miedo de contárselo porque creía que la iba a despedir, pero cuando se enteró la señora no le dijo nada sino al revés le ayudo y se puso contenta por la noticia. Ella sigue trabajando en la casa con ayuda de su sobrina hasta que tuvo a su hija llamada Yara. Ginkie sigue trabajando y la hija dormida en la cama de la señora, da paz y tranquilidad a la casa. La señora esta muy feliz y dice que quiere ser como una abuela con la niña y también poderla ver crecer.

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  6. Tema:El miedo de una criada a contar a su señora su embarazo.
    Resumen:Ginkie no es solo una criada para su señora, sino algo más.Ésta se queda embarazada y tiene miedo a decírselo a su señora por si la echa pero cuando ella se entera le da felicitaciones y Ginkie sigue trabajando con su sobrina llamada Joy hasta su parto.La recién nacida se llamó Yara, y proporciona mucha paz y tranquilidad a la casa.

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  7. Tema:El sentimiento de la felicidad de una criada ante el nacimiento de su pequeña.

    Resumen: Este texto nos presenta una mujer que tiene una criada tailandesa. Ella trabaja para la mujer como criada. Al cabo de un tiempo,la mujer notaba como su criada estaba engordando; cada día la veía distinta. Su criada, Ginkie,llegó un día a casa y la mujer se encontró con la confesión de que la criada estaba embarazada. Ella vivía con su “marido” desde hacía cinco años, pero no estaba casada oficialmente. Cuando nació la pequeña, Jara,la mujer la ponía en su cama y la veía dormir plácidamente.

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  8. Tema: La alegría del embarazo de la criada.
    Resumen: Una mujer tiene a una sirvienta llamada Ginkie, a la que quiere mucho, como a una hija, ya que le ayuda en todo. La criada se queda embarazada y no le cuenta nada a su jefa, por miedo a que la despida. Se enteró y la felicitó. Tuvo una hija llamada Yara, que dormía en la cama de la mujer mientras Ginkie hacía las tareas de la casa feliz.

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  9. Tema: El sentimiento de felicidad de la mujer por el nacimiento de la niña pequeña.

    Resumen: Este relato nos cuenta que una mujer tiene una criada tailandesa. Un día empezó a notar que Ginkie, la criada, engordaba. Al principio, no le dio importancia pero un día cuando llegó a su casa y le abrió la puerta, se encontró con una enorme barriga. Entonces, fue cuando le comentó que estaba embarazada y no se lo quería comentar por la reacción que pudiera tener. Le estuvo explicando que estaba casada con un musulmán. Levaban cinco años viviendo juntos, pero no se habían casado oficialmente. Durante su embarazo estuvo trabajando, pero más lento de lo habitual, ayudada de su sobrina Joy. Hasta que un día dio a luz. Era una niña y se llamaba Yara. Dormía en la cama de la mujer que la veía dormir plácidamente.

    Sara

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  10. Tema:
    El nacimiento del primer hijo de la criada y su única abuela, su jefa.

    Resumen:
    Un día, su criada llegó a trabajar y ella le notó su embarazo. Cuando dio a luz a una niña,ella siguió trabajando pero un poco más lenta. Mientras la niña dormía en la cama al cuidado de su jefa,su propia jefa era la que más se preocupaba por ella y por su hija.

    MªCarmen Falcón Pérez.

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  11. Tema:El cariño de una jefa hacía su criada y su bebé.

    Este relato nos cuenta que una mujer mayor tenía en su casa trabajando en su casa como criada y siempre le decía de broma que no se quedara embarazada porque sino la despediría.Al poco tiempo la criada estaba un poco más gordita y no se atrevía a decírselo a la jefa porque creía que la iba a despedir. Entonces le dijo la jefa que si estaba embarazada y le contestó que sí y cuando parió,mientras la criada trabajaba, la jefa cuidaba del bebé en su propia casa.

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  12. Tema:La sorpresa y alegría ante el embarazo de una criada.
    Resumen:Una mujer tiene una sirvienta que es como una hija para ella, porque se lo cuenta todo y le ayuda.La criada se queda embarazada y no le cuenta nada a la señora por que tiene miedo a que la despida, pero la mujer se entera y la felicita. Tuvo una hija de pelo negro y ojos achinados que se llamó Yara y mientras la madre hacia las tareas de la casa ella dormía en la cama de la señora.

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  13. Tema:
    El cariño de una mujer a la hija de su trabajadora.
    Resumen:
    Una trabajadora que servía a una casa era como una hermana para su jefa. Ginkie se quedó embaraza y tenía miedo de que la señora se lo tomase mal, pero se echó a reír y le dio su enhorabuena. En la casa, le ayudó su sobrina Joy. Tuvo a una niña llamada Yara. Ginkie siguió trabajando y su hija dormía como una señora. La señora estaba muy feliz de que la niña estuviera allí y quería ser una abuela para ella y verla crecer.

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  14. Resumen: Ginkie es una criada que se lleva muy bien con su señora, bromean, ríen e incluso antes del fin de semana entre ellas se decían que no se quedaran embarazadas. Ginkie se quedo embarazada y tenia miedo de decirlo a su señora por lo que intentaba esconderlo de la mejor manera posible, lo negativo de esta parte es que era evidente el embarazo por lo que su señora se percató. En ese momento la señora, pregunto a su criada si estaba en estado por lo que Ginkie evidentemente afirmó .Día y medio después nació el bebe, que mientras su madre trabajaba dormía placidamente entre los cojines de la cama de la señora.
    Tema: Confianza y respeto entre la criada y su señora.

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